Póquer en línea: Aprende a jugar con esta guía de juego para novatos

Si un jugador es un ganador constante en el póquer presencial. lo lógico es que su juego sea rentable igualmente rentable en el póquer en línea.

Por desgracia, tener éxito en el póquer en línea requiere mucha más disciplina y control que en el póquer en vivo. Los jugadores son más fuertes, el juego es más rápido y no tienes a nadie que te vea cuando te sales del camino.

Si eres un buen jugador de póker, y sabes que eres capaz de ganar dinero en casinos online, este artículo podría ser justo lo que estás buscando.

Juega dentro de tu rollo

Empieza por el concepto más importante: debes jugar absolutamente dentro de tu bankroll si quieres ganar dinero online.

La forma más sencilla de explicarlo es mirar el teorema matemático Gambler’s Ruin.

Uno de los conceptos de la “Ruina del Jugado”r es el siguiente: tome dos jugadores y enfréntelos en un juego de suma cero (como lanzar una moneda, donde cada jugador tiene una tasa esperada de ganancia/pérdida de exactamente 0%).

Uno de los jugadores tiene un capital finito. El otro tiene un fondo infinito. Si se repite el juego infinitamente, el jugador con la tirada finita acabará arruinándose.

En el mundo del póquer online, eres tú contra todos los demás. Esto significa que es tu tirada contra la tirada infinita del resto del mundo. Si el póquer fuera un juego de suma cero, te arruinarías.

Por suerte, si eres un jugador ganador, puedes esperar un retorno positivo de tu inversión. Pero necesitas tener suficiente dinero en tu tirada para que los vaivenes y la varianza sean irrelevantes.

Tu bankroll, aunque sea finito, tiene que ser lo suficientemente grande como para parecer infinito. Siga la regla estándar de tener menos del 5% de su rollo en juego en una mesa a la vez. Si realmente quieres ser robusto, baja esa cifra hasta el 1% o el 2%. Algunos de los grinders online más rentables y serios juegan con tiradas 10 veces mayores.

Si nunca tienes que preocuparte por ir a la quiebra por perder en un juego específico, lo más probable es que no lo hagas.

No arriesgues todo tu saldo

Si sigues la primera regla y juegas con un bankroll legítimo, entonces (fuera de una bajada seria y prolongada que desafíe todas las probabilidades) tienes poco o ningún riesgo de arruinarte.

Juegas al póquer con fichas, no con dinero. No puedes pensar en el dinero con el que juegas, ya que es completamente irrelevante.

Con la comprobación de la cantidad de su bankroll de póquer en línea tan fácil como hacer clic en un botón, es muy fácil caer en la trampa de la micro-gestión de su cuenta de póquer.

Cuando estás en un momento de auge, cada vez que compruebas tu saldo te sientes bien. La cifra sube, y tu ánimo también.

Pero sólo hace falta un golpe para que esa cifra baje. Mucho. Y si sigues comprobando tu saldo, ver ese número más pequeño te hará sentir mal.

Quieres que vuelva a estar donde estaba y lo quieres inmediatamente. En cuanto tengas ese pensamiento, habrás empezado a “perseguir tus pérdidas”. Vas a empezar a forzar tu juego para volver a donde crees que deberías estar.

Este puede ser el primer paso hacia la autodestrucción total. Normalmente, en el póquer, ganar dinero es una rutina lenta y perder dinero es una caída rápida.

Si estás pendiente de tu saldo, caerás en la depresión de “una semana de trabajo perdida” o “tardaré una semana en recuperar lo que acabo de perder en una hora”.

La única forma de recuperarlo rápidamente es saltar los límites y lanzarse a por un gran resultado. Esto rompe la regla #1, y es el primer paso para ir a la quiebra.

Trata al póquer en línea con seriedad

Cuando juegas al póquer con dinero real, cada sesión, cada bote y cada decisión son importantes. Incluso el más pequeño de los errores te cuesta dinero. Cuanto más dinero pierda por los errores, más difícil será generar beneficios y evitar la quiebra.

Limite las distracciones: Por la propia definición de la palabra, una distracción es algo que aleja tu atención del juego y la pone en otra cosa. En cuanto empieces a jugar al póker online sin prestar atención, es casi seguro que cometerás múltiples errores.

Cada persona es diferente. Algunos jugadores pueden jugar igual de bien, si no mejor, mientras ven una película. Otros jugadores necesitan desconectar todo lo demás para mantener su mente en el juego.

Tienes que evaluar honestamente tu capacidad para la multitarea y prepararte para jugar en un entorno de póquer óptimo.

No juegues por aburrimiento: Juegas al póquer porque quieres jugar, o porque es lo que haces para ganar dinero. Jugar porque estás aburrido te obligará a hacer del póker tu entretenimiento personal.

A veces, el póquer no es nada entretenido. Si sólo juegas porque estás aburrido, y tienes una sesión aburrida, lo más probable es que hagas movimientos tontos para empujar la acción.

No te dejes llevar por impulsos en el póquer en línea

El póquer en línea es un juego de emociones que te irán influyendo a lo largo de una partida. Al ser partidas largas que pueden durar varias horas, es importante mantener la cabeza fría en todo momento y no dejarse llevar por buenos o malos resultados.

Muchos jugadores inexpertos cometen el error de jugar de manera irracional como respuesta a un desenlace ocurrido anteriormente. Eso hará que tu mente no actúe con racionalidad, y tengas más probabilidades de perder.

Lo mejor es que juegues con pausa y siguiente la estrategia y metodología de juego que tengas marcada desde el inicio de la partida.

Analiza a los contricantes

Para ganar una partida póquer en línea, deberás vencer a todos tus oponentes de la mesa. Para ello, es necesario que durante la partida vayas observando el comportamiento de cada jugador. Eso te ayudará a identificar cada estrategia de juego y amoldarte mejor al estilo de cada uno.

Cuanto más conozcas al jugador rival, más sencillo te resultará saber cuándo está mintiendo o cuando va en serio.

No es una ciencia exacta ni mucho menos, pero siempre es útil estar atento de cómo reaccionan ante circunstancias específicas. En el futuro ya tendrás una idea más aproximada de cómo puede reaccionar ante una mano concreta.